Estudian la aplicación de los micomateriales en la ciencia

Elías Quijada

Los micomateriales, que provienen del reino fungí, -constituido por hongos- tienen una diversidad de aplicaciones, que van desde la biomedicina hasta la construcción, si se piensa en futuro, los hongos tienen la característica de utilizar residuos o desechos para obtener un producto de valor agregado que es la quitina, comentó Oscar Eduardo Hernández Navarro.

Para contextualizar, el investigador del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México, señaló que la micología es la rama de la biología que se encarga de estudiar a los hongos y su palabra es de origen latín que significa hongo y también del griego con traducción al concepto de esponja.

Precisó que son organismos con características diferentes como no se mueven, tienen una pared celular compuesta por una molécula llamada quitina; sin embargo, comparten una característica con los animales que no pueden producir su propia comida.

“El metabolismo de los hongos es más parecido a los animales que a las plantas, la diferencia es que los hongos se nutren por absorción, es decir secretan sustancia al exterior que actúan como jugos gástricos y después el hongo absorbe los nutrientes ya digeridos”, explicó.

La mayoría de los hongos, no todos, tienen estructuras filamentosas llamadas hifas que crecen hacia un extremo, después la fibra se va ramificando a un conjunto más grande llamado micelio, el cual posee una pared celular de quitina, un carbohidrato que se puede utilizar en la actualidad como material o tecnología sustentable.

“Cada espora produce hifas y al unir dos se comienza a extender y absorber nutrientes, una vez que ciertas condiciones ocurren produce un material fructífero que se puede ver a simple vista a lo que llamamos hongos”, detalló.

El egresado de la Licenciatura en Biología de la Universidad de Sonora aseguró que dicho material es compatible con todos los residuos orgánicos, mientras que, al metal, plástico, vidrio, entre otros, se puede adherir si están cubiertos con sustancias somáticas, lo que produciría muebles más resistentes que al concluir con su periodo de vida se regresaría al proceso de la economía circular.

Mencionó que la obtención de micomateriales era una tradición en Europa, donde antiguos pobladores buscaban hongos y le quitaban la parte interna que se llama contexto, que eran de aspecto esponjoso y posteriormente se le daba un tratamiento de conservación parecido al cuero de animales.

“En 1991, en el mes de septiembre, se encontró una momia congelada en Europa y entre sus curiosidades encontraron dos espacies de hongos, una relacionada a propiedades curativas y otra que fue el hongo yesquero, este último era para comenzar el fuego pues era material inflamable”, contó.

En opinión del experto en el reino fungí, la humanidad tiene miles de años conviviendo con micomateriales, pero con el desarrollo de la tecnología e innovación se desprenden aplicaciones de resinas en articulaciones, así como reconstrucción de arterias y ligamentos.

El investigador de la UNAM fue invitado especial en el programa de radio Ingenio, que es transmitido por Radio Universidad, producido por la División de Ingeniería de la Universidad de Sonora y conducido por René Flores.